martes, 26 de enero de 2010

EL PAPEL DE LOS ABUELOS EN EL CUIDADO DE LOS HIJOS

La incorporación de la mujer al mundo laboral y la imposibilidad, en muchos casos, de compatibilizar los horarios de las parejas con los de sus hijos, ha hecho que los padres tengan que elegir a la persona adecuada para el cuidado de sus pequeños. Es muy difícil encontrar a alguien "de confianza", que les permita tener la certeza de que sus hijos van a estar bien cuidados en determinados momentos.

Ahora que la mayoría de las mujeres ha encontrado un trabajo remunerado, sus horarios no siempre son compatibles con el cuidado de los hijos. De hecho, el 33% de las madres entra a trabajar antes de que abra el colegio y el 59% aún no ha acabado cuando el colegio cierra.

Por ello, si estas familias tienen la posibilidad de contar con la ayuda de los abuelos, no deben dudar en solicitarla. De esta forma, se sentirán más tranquilos y tendrán la seguridad de que sus hijos van a estar recibiendo los mejores cuidados y que se les estará tratando con verdadero cariño y afecto.

Los padres encuentran en los abuelos la mejor solución para el cuidado de sus hijos. Además, con los abuelos los nietos crecen en un entorno familiar rodeados de cariño, lo que aporta grandes beneficios a los pequeños que se sienten protegidos y queridos por sus abuelos.

Según la encuesta sobre condiciones de vida de los mayores que elabora anualmente el Imserso y el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), el 22% de las mujeres mayores de 65 años cuida en la actualidad de sus nietos. De ellas, un 44% lo hace a diario, un 30% varias veces a la semana y un 25% con una frecuencia menor.

Aunque ellos sean la mejor alternativa para el cuidado de los pequeños, es fundamental saber distinguir si están en condiciones de hacerse cargo de los nietos o, si por el contrario, son muy mayores y no están capacitados para ello.

En este último caso, pueden contribuir prestando pequeñas ayudas como: recoger a su nieto de la guardería o del colegio, llevarlo a pasear al parque, darle de comer o estar pendiente de ellos cuando echan la siesta. Son tareas que no les agotan y que, sin embargo, son de una tremenda ayuda para los padres.




Los abuelos sienten una gran satisfacción cuando comparten el cuidado de sus nietos, además se sienten útiles y activos. Esta colaboración repercute positivamente tanto en ellos como en el niño. Es una experiencia muy enriquecedora para ambos.

La ayuda de los abuelos es muy valiosa. Por diversas circunstancias, en ocasiones, son ellos los que se encargan totalmente del cuidado de sus nietos y, en otras ocasiones, tienen que limitarse a lo que sus posibilidades físicas les permitan. En ambos casos, contar con su colaboración ofrece enormes ventajas para toda la familia.

En el caso de abuelos jóvenes que se encuentran perfectamente de salud, pueden resolvernos problemas de muy diversa índole como: compartir el cuidado de los hijos, contribuir con su educación y evitar un gasto económico muy importante al ejercer ellos de canguros o de niñeras. Gasto que muchas familias no podrían soportar.

También su ayuda nos puede servir de desahogo. Es de gran importancia para la relación de pareja, que ésta pueda disponer de momentos de ocio para ellos mismos y poder salir a cenar, al cine o con los amigos.

Es muy importante, establecer acuerdos entre los padres y los abuelos con respecto a los temas relacionados con las normas y la educación del pequeño. Ninguna de las partes debe desautorizar a la otra delante del niño ni dar órdenes de cómo debe ser educado el pequeño. Deberán establecer límites y ponerse de acuerdo en todo lo referente al pequeño.Ante todo, esta ayuda por parte de los abuelos ha de ser totalmente voluntaria, y debemos ser conscientes de si realmente esta colaboración no va a suponer un esfuerzo muy grande para ellos.

Unos aspectos a tener muy en cuenta son la edad de los abuelos o su estado de salud para evitar en todo momento, que el cuidado de los nietos se convierta en una tarea pesada y difícil de cumplir. Hemos de tener muy presente sus limitaciones y no abusar de ellos. De lo contrario, podrían sentirse explotados y sufrir situaciones de estrés y agotamiento físico.

Otro aspecto a tener en cuenta es la vida social de los abuelos. No podemos permitir que renuncien a ella por necesidades nuestras. Ante todo, debemos tener presente que son personas que tienen que vivir su propia vida y, no convertirlos en esclavos de la nuestra. Ellos ya vivieron una época en la que tuvieron que cuidarnos y no es justo cargarles de nuevo con esa obligación en detrimento de su esparcimiento o sus aficiones y mucho menos en detrimento de su salud.

Si los abuelos deciden prestar su ayuda compartiendo el cuidado de los nietos, debéis hacerles saber durante cuánto tiempo los vais a necesitar y con qué frecuencia.

Fuente: PULEVA SALUD